El trabajo concluye que con pruebas de neuroimagen no se puede demostrar que las complicaciones neurológicas de algunos pacientes sean consecuencia directa del virus
El equipo médico del área de neurorradiología del IDI Metropolitana Sur (Hospital Universitario de Bellvitge) ha elaborado uno de los estudios más amplios sobre el papel de la neuroimagen en las afectaciones neurológicas detectadas en algunos de los pacientes infectados por el COVID- 19, tales como cefaleas, convulsiones o ictus.
El estudio, "Neurological involvement in COVID-19: cause or coincidence? A Neuroimaging perspective ", está liderado por los doctores Albert Pons y Pablo Naval y se ha publicado en la prestigiosa revista científica American Journal of Neuroradiology. También han participado en la investigación Carles Majós, Ángels Camins, Pere Cardona, Mònica Cos y Nahum Calvo. Desde que se declaró la pandemia mundial de coronavirus, en todo el mundo se ha constatado que algunos pacientes que sufren el COVID-19 desarrollan afectaciones neurológicas. Desde afectaciones menores, como cefaleas, hasta otras muy graves como accidentes cerebrovasculares severos, entre otros.
Para contribuir a mejorar en el conocimiento de esta enfermedad desde su especialidad, los neurorradiólogos de Bellvitge analizaron retrospectivamente las pruebas de neuroimagen a que se habían sometido 103 de los más de 2.249 pacientes diagnosticados con el COVID-19 que se habían tratado en el hospital en el momento de iniciar el estudio. Se trataba de tomografías computerizadas (TC), resonancias magnéticas (RM) y angiografías por TC que se habían practicado a enfermos que mostraban síntomas neurológicos.
El objetivo era constatar si había presentaciones neurorradiológicas características o signos radiológicos que orientaran a un daño directo del virus sobre el sistema nervioso central, al tiempo que valorar el grado de relación causa-efecto entre el COVID-19 y las alteraciones neurológicas, en ocasiones coincidentes con la enfermedad pero sin relación directa con esta. En este sentido, los resultados del estudio concluyen que no se han detectado presentaciones neurorradiológicas características ni signos de daño directo del virus sobre el sistema nervioso central aunque algunos daños por mecanismos indirectos parecen totalmente plausibles. Por otra parte, muchos pacientes con síntomas neurológicos tienen pruebas de neuroimagen normales y otros presentan síntomas meramente circunstanciales con la enfermedad, sin una relación directa con ésta. Los investigadores concluyen, no obstante, que hay que seguir investigando.
Por un lado, los motivos de examen de neuroimagen más frecuentes fueron: síntomas neurológicos no focales leves (confusión, cefalea), códigos ictus, síntomas neurológicos focales, encefalopatía post-sedación y convulsiones. Sin embargo, los investigadores señalan que estas afectaciones no son exclusivas del COVID-19 y en muchas ocasiones tienen un origen multifactorial.
El estudio también indica que no se detectaron casos de encefalitis o signos para imagen que sugirieran una afectación directa por el virus del sistema nervioso central. Trece pacientes presentaron hallazgos propias de eventos cerebrovasculares agudos, siete de los cuales hemorrágicos. Pero la mayoría de pacientes con isquemia tenían múltiples factores de riesgo vascular, si bien no fue así con las hemorragias.
Por otra parte, los autores analizan desde un punto de vista crítico la literatura que relaciona el COVID-19 y el sistema nervioso central. Concluyen que la bien demostrada coagulopatía asociada al virus puede aumentar lógicamente el riesgo de eventos cerebrovasculares, más hemorrágicos en su experiencia, pero indican que se requieren estudios futuros con grupos de control estratificados por factores de riesgo para determinar el impacto real. Finalmente, los investigadores creen que entidades parainfecciosas autoinmunes (como el síndrome de Guillain-Barré) parecen plausibles, tal como lo son pero también en el contexto de otros procesos infecciosos. Además, destacan el hecho de que un gran número de pacientes sintomáticos mostraron exploraciones neurorradiológicas normales.
Compartir conocimiento
El Dr. Pons remarca la importancia de compartir las experiencias vividas con el virus con la comunidad científica, sobre todo en las regiones más fuertemente golpeadas por la pandemia, y de esta manera aumentar día a día el aún escaso conocimiento de muchas vertientes de esta enfermedad.
Basándose en su trabajo, llevado a cabo con las limitaciones propias de un estudio realizado durante una intensa crisis sanitaria, el Dr. Pons considera que no se pueden extraer conclusiones sobre presentaciones concretas del COVID-19 en la neuroimagen y que los hallazgos radiológicos patológicos parecen ser causados por mecanismos de daño indirecto, o incluso a veces son circunstanciales y no directamente relacionadas con el virus.