“Los profesionales de la salud también tienen que trabajar el guión para generar la máxima tranquilidad a sus pacientes”

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Oriol Broggi (Barcelona, 1971) es uno de los directores teatrales más reconocidos de Cataluña y de la escena internacional por su capacidad de innovar y sorprender con los clásicos. Licenciado en Dramaturgia y Dirección Escénica en el Instituto del Teatro, con estudios de imagen y sonido, pronunciará la ponencia inaugural de la XXII Jornada de la Sociedad Catalana de Calidad Asistencial, “Mirar la vida como desde un escenario”. Será el próximo 9 de junio en la sala de actos del Hospital Universitario de Bellvitge. 

-    Estará ante un auditorio de profesionales sanitarios. En su libro, El record de la bellesa (L’Altra Editorial), hace referencia a la aspiración del teatro de dejar un recuerdo en el espectador. ¿Qué querría dejar a los asistentes en esta ocasión? 
-    Que se planteen la vida justo como si fuese una obra de teatro. Que miren el día a día como una ficción, añadiendo futilidad a la vida, que no es para nada baladí. 

-    ¿Cuál será el núcleo de la ponencia inaugural de la jornada? 
-    Provengo de una familia de médicos, aunque yo no lo soy. Sin embargo, la visión de alguien que se dedica al teatro y que inventa un pequeño mundo en cada obra puede ser interesante. En el momento de crear una escena, invento un mundo copiando lo que veo y tengo alrededor, y lo trabajo de tal modo como si aquello fuera lo más importante. Pero las mías son pequeñas historias... 

-    Y cada día también pasan muchas historias por la consulta del médico. ¿Hay un paralelismo con el mundo del teatro? 
-    Hay mucho de los actores que puede ser de utilidad a los médicos: cómo colocar la voz, cómo conseguir que el espectador mantenga la atención... Cuando hay que transmitir mensajes difíciles al paciente, el médico debe encontrar la forma más adecuada de comunicarse. En el teatro trabajamos con el sentimiento de las personas, y los médicos también. Deben tener en cuenta la escenificación, la expresión que deben mostrar en la cara, qué guión generará la máxima tranquilidad en el paciente… 

-    Recientemente, también ha innovado convirtiendo el cine Aribau de Barcelona en un teatro. ¿Innovar implica genialidad o flexibilidad mental, ninguna de las dos o ambas? 
-    Pienso que para innovar hay que volver a los referentes de antes. No puedes innovar sobre la nada, a no ser que seas un genio como Mozart. En teatro, esto es muy complicado, porque ya se ha hecho todo. Lo único que nos queda es hallar nuevas combinaciones: coger lo antiguo, redescubrirlo y repensarlo. En el teatro, innovar significa repensar códigos, lenguajes y miradas, expresarlos y ponerlos en escena sin complejos. 

-    ¿Este repensar los códigos se podría aplicar a cualquier disciplina como, por ejemplo, la medicina? 
-    Un ejemplo muy claro para mí es el rato que los médicos tienen para el paciente y los pocos recursos para disponer de este tiempo de calidad. En cambio, todo tiene que quedar resumido en la historia clínica electrónica. El tener que estar pendiente de la pantalla del ordenador quita peso a la mirada del doctor hacia los ojos del paciente mientras le explica qué le pasa. 

-    ¿Cómo combinar la tecnología y una mirada humana a la vez? 
-    Estudiando cómo innovar y recuperar la relación médico-paciente sin perder la esencia y las posibilidades de las nuevas tecnologías. Mi padre se ha dedicado a la medicina y la bioética, y siempre me habla de ello. Cuando hago teatro, pienso en esta continua tensión entre lo que pasa en la realidad y lo que pongo sobre el escenario. El medico siempre se ha encontrado con esta dificultad de tratar la salud del paciente y a la vez tratar la persona. En el teatro, la dificultad es tratar la historia que explicamos ante un público que es un gran ente y al mismo tiempo está formado por individuos. 

-    En alguna ocasión, ha recuperado una frase del escritor Jorge Luis Borges, “el clásico es aquella obra o idea que sabrá incorporar incluso visiones posteriores”. ¿La medicina es un buen clásico para innovar? 
-    Esto Borges lo decía de la ficción, de las formas narrativas, artísticas y estéticas. Pero la medicina y la sociedad también incorporan nuevas visiones, y se convierten en ideas válidas y clásicas. Un día alguien se puso a trabajar en la anestesia buscando la forma de eliminar el dolor en el momento de operar, porque el sufrimiento no permitía según qué intervención quirúrgica. Ahora nos haría falta innovar en relación a la gestión de los sentimientos y de las emociones. 
 

Fotografía: Albert Salamé

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