La prestigiosa revista científica Nature Genetics ha publicado este martes el estudio con la mayor muestra de pacientes afectados por trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) nunca analizada, la cual ha permitido identificar múltiples variantes del ADN que podrían ayudar a predecir qué personas tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad y cuáles son los mejores tratamientos para afrontarla.
El estudio representa un avance sustancial en la identificación de loci (ubicaciones específicas de los cromosomas) de riesgo genético, con variantes de ADN que se asocian con una mayor susceptibilidad de presentar TOC. Los investigadores han detectado treinta loci independientes, con 25 genes en estos loci, que contribuyen significativamente al riesgo de desarrollar la enfermedad.
En el estudio, liderado por investigadores de la Universidad Humboldt de Berlín (Alemania) y la Dalhousie University de Halifax (Canadá), ha contado con la participación de más de 200 investigadores de todo el mundo, es la culminación de dos décadas de esfuerzo colaborativo que ha permitido reclutar una muestra de 53.600 personas afectadas por TOC y más de 2 millones de controles sanos.
Investigadores del Hospital de Bellvitge y el IDIBELL, integrados en el Consorcio Internacional de Genómica Psiquiátrica (Psychiatric Genomics Consortium, PGC) han participado en el estudio incluyendo muestras de más de 700 pacientes diagnosticados y tratados en el programa de TOC del hospital en los últimos 20 años.
La Dra. Maria del Pino Alonso, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge e investigadora del IDIBELL, ha sido una de las participantes en el proyecto y ha destacado que los hallazgos del estudio "confirman que el TOC no es una enfermedad causada por un único gen o alteración de una única región cerebral, sino una enfermedad en la que intervienen cientos o miles de genes y circuitos cerebrales".
El TOC es una enfermedad que afecta al 2-3% de la población y que se inicia en etapas tempranas de la vida, condicionando a menudo un deterioro funcional grave de quien lo sufre en todos los ámbitos vitales (familiar, académico, laboral y social). La enfermedad se caracteriza por la presencia de obsesiones (pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos, involuntarios y repetitivos, que generan malestar) y compulsiones (conductas manifiestas o mentales orientadas a reducir ese malestar). Los actuales tratamientos comprenden diferentes combinaciones de fármacos y terapia cognitivo-conductual, así como técnicas de neuromodulación en las formas graves y refractarías.
El nuevo estudio, que analiza la relación entre la expresión y la función de múltiples genes y el riesgo de sufrir TOC, ha permitido detectar hasta 25 genes distribuidos en 30 regiones del genoma implicadas en la enfermedad. La Dra. Alonso señala que estos genes se expresan especialmente en ciertas neuronas y áreas del cerebro relacionadas con la toma de decisiones, memoria y funciones cognitivas de orden superior. Así, el riesgo de sufrir TOC, según el estudio, se asocia entre otras a algunas variantes genéticas expresadas en neuronas ricas en receptores de la dopamina en el hipocampo y regiones corticales.
El estudio evidencia también que el TOC es una enfermedad genéticamente relacionada con otros trastornos mentales como el síndrome de Tourette (un trastorno por tics motores y fónicos), la anorexia nerviosa, la ansiedad y la depresión.
Los resultados del estudio son importantes, concluye la Dra. Alonso, porque “nos ayudan a entender la complejidad del TOC, una enfermedad fruto de la interacción entre factores de riesgo genéticos y factores ambientales, como por ejemplo los hormonales, para la que no tenemos todavía un tratamiento curativo. Entender cómo se expresan los genes de riesgo en ciertas regiones cerebrales nos puede ayudar a desarrollar nuevos tratamientos más eficaces e incluso a implementar nuevos tratamientos más eficaces".
Los próximos pasos en este ámbito de investigación se orientarán a detectar genes adicionales asociados al riesgo de sufrir TOC y profundizar en nuestro conocimiento sobre el riesgo genético compartido del TOC con otros trastornos neurológicos y psiquiátricos.